Homenaje a la Lic. Elsa Murillo Sifuentes, maestra que dejó huella

Ex directora, especialista de la UGEL Pallasca y docente de inicial con más de 25 años de experiencia, partió a la eternidad hace un mes en la ciudad de Lima.

“Inicial amor, primer nivel de la educación. Niños y niñas estamos de fiesta, vamos a cantar, vamos a bailar”, cantaría nuestra madre y maestra licenciada Elsa Consuelo Murillo Sifuentes, el año pasado en un video por el Día de la Educación Inicial, desde la ciudad de Lima. Una de las tantas melodías que compuso e interpretó a largo de su vida, incluso después de jubilarse, para enseñar a centenares de pequeños así como a sus nietos.

Elsa Murillo Sifuentes se desempeñó como profesora de aula y directora en I.E Inicial Ferrer (Bolognesi) y la I.E Inicial 186 Cabana; también ocupó el cargo de especialista de educación inicial en la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) Pallasca por el año 2000, trabajo que le permitió intercambiar experiencias con sus colegas del ámbito urbano y rural en los once distrito de la provincia de Pallasca y la región Áncash. Su pasión por la educación iniciaría en 1964, cuando tenía solo 16 años, en la I.E Primaria Llapo donde cubriría una licencia por seis meses.       

Con dedicación, desprendimiento y alto nivel de creatividad, ella supo llegar a la mente y el corazón de muchos niños y niñas, quienes aprendieron a leer, cantar y disfrutar del juego junto a ella, en la época más bonita de nuestra vida, el nivel inicial.

En el año de 1970 se casó con Cosme Jesús Aranda Álvarez, con quien tuvo tres hijos; Madeleine, Yohanna y Arnaldo. Un matrimonio que se consolidó con el paso de los años hasta cumplir sus Bodas de Oro; logrando forjar su hogar con amor, entrega y lucha constante. “Nunca tengas miedo de las cosas que aún no has intentado”, repetía a sus hijos para animarlos a seguir a cada uno con sus proyectos.   

Con profundo fervor católico, desde muy joven estuvo cerca de la iglesia. Fue catequista, integrante del grupo religioso Legión de María y devota de las hermandades de San Martín de Porres, Señor de los Milagros y Apóstol Santiago El Mayor. Por muchos años integró el coro de la parroquia Santiago Apóstol, cánticos que entonó incluso en las procesiones por Semana Santa, antes de la pandemia. “Todos los días, a las 3 de la tarde rezo la Coronilla y a las 8 de la noche el Santo Rosario, es la única manera de estar cerca a Dios”, decía en uno de los tantos mensajes de texto que compartía a diario con su familia. “Ella se fue justo a las 3:57 de la tarde, después de la Coronilla”, recuerda su cuñada, Graciela Aranda Álvarez.

El inicio de la cuarentena no fue fácil para ella ni su familia, tenía muchas dolencias y le tocaba enfrentar largos tratamientos con su hija mayor Madeleine en la ciudad de Lima. El 15 de marzo, cuando el Gobierno decretó el “toque de queda”, ella escribió en su cuenta de Facebook; “Ha llegado el momento de unirnos y olvidar nuestras diferencias. Hoy no vale nada nuestro orgullo y las cosas materiales frente a este mal del coronavirus que aqueja al mundo entero, no hay donde escapar, solo pedir a Dios que tenga piedad de nosotros (…)”.

Durante la cuarentena, escribió un diario con los acontecimientos más importantes de la pandemia como; el paciente cero o el inicio de la vacunación en el mundo. También habla del aislamiento social que le tocó vivir por más de un año, así como las dos operaciones al riñon a las que se sometió el año pasado. En los cuadernillos relata también anécdotas y los pasajes de su vida junto a su familia, incluso de la carrera política de su esposo, de quien fue su soporte constante. Los manuscritos darán luz a un libro en su memoria.

La vida de Elsa Murillo Sifuentes ha sido de retos constantes. Con muchos sinsabores al final de su carrera en el magisterio, donde fue objeto de venganza por parte de malos funcionarios, viéndose obligada a recurrir al Poder Judicial para hacer respetar sus derechos. Años después ganó el juicio y obtuvo el reconocimiento de la Ugel Pallasca por su labor al servicio de la educación pallasquina.

En el mes de febrero, libró la batalla contra la Covid-19, pero las complicaciones de su salud que enfrentaba por años, cegaron su vida el último 14 de marzo de 2021. “Es difícil desprenderse físicamente de un ser querido, pero ella está bien, está en paz junto a mi mamá Catita”, relata con serenidad su hija Madeleine, quien salió del coma tras dos semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas”, luego de superar la Covid-19.

A un mes de su partida, los portales “Cabana Turística”, “Capital 89.3 FM” y “Pallasca Informa” aún se visten de luto y con esta semblanza rendimos homenaje a nuestra querida mamá Elsa Consuelo Murillo Sifuentes, quien fue nuestra fan destacada y será nuestra inspiración constante en los tres emprendimientos; para que ustedes puedan conocer un poco más de su vida y su legado.

¡Hasta siempre mamá Elsita!

Tus hijos Yohanna, Arnaldo y Madeleine Aranda Murillo.